Comenzamos aclarando que el cáncer es un conjunto de enfermedades relacionadas a diferentes factores de riesgo y que constituye un problema de Salud Pública a nivel mundial. En los últimos años, la carga de enfermedad por cáncer se ha incrementado progresivamente con mayor impacto en las poblaciones de menores recursos.
En este artículo hablaremos del cáncer ocupacional, tambien llamado cáncer de origen laboral.
Se define cáncer ocupacional a todos los tumores malignos provocados por la exposición a cancerígenos en el trabajo. Un cancerígeno es un agente presente en el ambiente de trabajo, que es capaz de provocar cáncer en las personas que están en contacto con él. Los cancerígenos laborales pueden ser agentes físicos (radiaciones ionizantes, radón), químicos (amianto, arsénico, cromo, niquel, etc) o biológicos (virus de la Hepatitis B).
En general, se afirma que para la mayoría de los cancerígenos no existe un valor límite de exposición por debajo del cual se pueda asegurar que no hay riesgo. Es decir, cualquier exposición a un agente cancerígeno aumenta la probabilidad de desarrollar un tumor maligno.
En el ámbito laboral, el cáncer suele caracterizarse porque se manifiesta años después del contacto (a veces incluso cuando el trabajador ya está jubilado), debido al “periodo de latencia” del agente cancerígeno en cuestión, su grado de concentración y el periodo de exposición del trabajador al mismo.
Cancer Ocupacional en Argentina
Segun las estadísticas, el cáncer de pulmón es la primera causa de muerte por cáncer en Argentina y su frecuencia es mayor en varones que en mujeres. Si bien no es el más frecuente de los tumores, su elevada mortalidad y la falta de estrategias para su diagnóstico temprano lo convierten en una enfermedad no curable en la mayoría de los casos. Solo el 20% de los casos se descubre en etapas tempranas con chances de tratamiento curativo.
En nuestro país, el cáncer de pulmón ocupacional es la causa más común de mortalidad ocupacional, aunque está muy poco reconocido.
La incidencia del cáncer en el entorno laboral es realmente significativa: según datos del ministerio de salud, el 52% de las muertes relacionadas con el trabajo se producen por cáncer, muy por delante de las enfermedades cardiovasculares.
Cáncer ocupacional en mujeres
Considerando las relaciones socioeconómicas y culturales de género, especialmente con respecto a la división laboral asalariada y doméstica, formal e informal y entre ocupaciones y tareas, los perfiles de exposiciones ocupacionales cancerígenas pueden ser muy diferentes entre las mujeres y hombres.
En general, la cantidad de mujeres expuestas a agentes cancerígenos es menor que la de hombres y la distribución de los agentes a los que se exponen las mujeres puede ser diferente a la de aquellos. Respecto a los efectos tóxicos y cancerígenos la susceptibilidad de las mujeres puede ser distinta por su mecanismo biológico.
Agentes cancerígenos laborales
Algunos de los agentes cancerígenos más comunes que aumentan la probabilidad de convertirse en un tumores malignos son:
- Radiación ultravioleta (UV) solar.
La radiación UV solar es el agente cancerígeno al que están expuestos más trabajadores. Generalmente muchos agricultores y trabajadores de la construcción, están expuestos a los rayos del sol mientras realizan su actividad al aire libre, y por tanto tienen mayor riesgo de cáncer de piel. - Arsénico
El arsénico, un elemento semimetálico, rara vez se encuentra puro en la naturaleza. Con mayor frecuencia, el arsénico se encuentra en compuestos con otros elementos como cobre, níquel, hierro, cobalto y plomo. La exposición ocupacional al arsénico es principalmente por inhalación y a través del contacto dérmico y las ocupaciones con exposición incluyen minería, fundición no ferrosa, producción de semiconductores electrónicos, conservación de madera, aplicación de plaguicidas. - Sílice
La sílice es el mineral más abundante en la corteza terrestre y las ocupaciones donde hay una exposición significativa incluyen minería, perforaciones, canteras y túneles, arenadoras y ladrillos refractarios, fundición, cerámica. El arenado lleva un riesgo particularmente alto incluso cuando se utiliza el equipo de protección personal. - Níquel
El níquel es un metal resistente al calor y a la corrosión que se utiliza en la producción de acero inoxidable y aleaciones resistentes a la corrosión. El níquel puro se encuentra en pilas alcalinas, monedas, contactos eléctricos, piezas de maquinaria y dispositivos dentales y quirúrgicos protésicos. - Asbesto o Amianto
El amianto es un mineral fibroso que se ha utilizado ampliamente durante el siglo XX debido a su aislamiento contra el calor, el frío y el ruido, la incombustibilidad y la alta resistencia a la tracción. Causa asbestosis, una enfermedad pulmonar fibrótica progresiva no maligna que puede provocar la muerte, así como mesotelioma, cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer. Sus propiedades cancerígenas ya se identificaron en la década de 1950, y a pesar de ello aún no está prohibido en todo el mundo. - Emisiones de motores diesel
Las emisiones / gases de escape del motor diesel (DEE) son una mezcla compleja de partículas y gas que varía según el tipo de motor, las condiciones de funcionamiento, la composición del combustible y los aceites lubricantes, entre otros. La exposición intensa y aguda puede causar irritación respiratoria, así como irritación en los ojos y la nariz, aturdimiento, náuseas, vómitos y entumecimiento / hormigueo en las extremidades.
Prevenir el Cáncer Laboral
Considerando los daños a la salud que causan los agentes de riesgo cancerígenos, toda empresa debe realizar la evaluación de los puestos de trabajo, las sustancias utilizadas y los procesos productivos. Además, se debe planificar, organizar, e implementar las acciones correctivas y su seguimiento periódico, manteniendo registrada todas las actuaciones realizadas.
Como detalle preventivo de lo enunciado, las historias clínicas de los trabajadores expuestos deben conservarse por un período de 40 años, dado que muchos de estas enfermedades son lentas y pueden manifestarse tiempo después, de manera tal que llegado el caso, nos permita relacionarlas con las diferentes actividades desarrolladas.
El diagnóstico de cáncer ocupacional es importante no solo desde la perspectiva clínica sino también desde el punto de vista legal y compensatorio.
Reclamar Cáncer Ocupacional en Argentina
En nuestro país, los reclamos por enfermedades ocupacionales, también conocidas como enfermedades profesionales, implican buscar compensación o beneficios por enfermedades o condiciones de salud que resultan de la exposición a riesgos ocupacionales en el lugar de trabajo.
Conforme el Decreto 658/96 para calificar a la enfermedad como "profesional" es necesario que presente estos elementos básicos que la diferencian de una enfermedad común:
- Agente: debe existir un agente en el ambiente de trabajo capaz de producir un daño a la salud. Cómo dijimos más arriba, el agente puede ser físico, químico o biológico.
- Exposición: hay que demostrar que el contacto entre el trabajador y el agente o las condiciones de trabajo son susceptibles de provocar el daño a la salud.
- Enfermedad: debe haber una enfermedad definida en sus elementos clínicos, anatomo patológico y terapéuticos, o un daño a la salud del trabajador expuesto a algún agente en el medio ambiente de trabajo.
- Relación de causalidad: deben existir pruebas clínicas, experimental que permitan establecer una asociación de causa efecto entre la patología padecida por el trabajador y el agente o el medio ambiente de trabajo en que desarrollo su actividad.