Casi 5 millones de argentinos trabajan en negro
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos durante el último año se triplicó el trabajo informal en Argentina. En total, ya son 4.975.000 las personas activas económicamente que ejercen sin estar registradas.
Situación laboral argentina
La informalidad es uno de los problemas más notorios que arrastra el mercado laboral en las últimas décadas y la pandemia impactó con particular gravedad en los sectores más precarizados del empleo. Si bien existen disparidades hacia dentro de los distintos rubros productivos respecto al nivel de registración, en términos generales el 35% de los trabajadores están en negro, según un estudio oficial.
El INDEC calcula que durante los meses de octubre, noviembre y diciembre del año pasado había alrededor de 15 millones y medio de personas con trabajo en Argentina y que, respecto del mismo período del 2020, la tasa de empleo creció un 44%.
Sin embargo, si bien se observa un incremento en la registración laboral, desde la irrupción del coronavirus aumentó el empleo informal: la medición reportó un crecimiento del 10,4% del trabajo en negro en Argentina.
Efecto de la pandemia a los trabajadores informales
En 2020, las políticas de sostenimiento de empleo implementadas por el Estado Nacional permitieron que el empleo formal en relación de dependencia no fuera impactado. A raíz de la situación económica, el Gobierno llevó a cabo una serie de políticas públicas para preservar los puestos de trabajo de miles de empleados argentinos. Entre ellos, el programa ATP y el decreto que permitió la famosa doble indemnización.
A través del decreto 329/2020 se prohibieron los despidos sin justa causa. Quienes están en blanco, de ser echados de sus puestos de trabajo podrán reclamar su derecho a una doble indemnización mientras que el monto total de ésta no supere el medio millón de pesos. Pero la realidad es, que los más afectados por la pandemia en cuestiones laborales fueron las personas que trabajaban en negro y los cuentapropistas.
Al no contar con un contrato que demuestre que alguna vez existió un vínculo laboral, los trabajadores y trabajadoras que ejercen sus funciones en negro pierden el derecho de ser indemnizados. Además, trabajar sin desde la informalidad priva a los ciudadanos de otros derechos laborales y sociales básicos como el acceso a una obra social, la cobertura de una ART, vacaciones pagas y jubilación.
Los sectores con nivel de empleo no registrado más elevado son el servicio doméstico (75%), construcción (67,8%) y agricultura y ganadería (55%).
¿Cuánto cuesta el trabajo en blanco?
El costo laboral es aquello a lo que los empleadores deben incurrir en pos de contratar a sus trabajadores para que trabajen en blanco. Está compuesto del sueldo bruto, que combina el sueldo neto y los aportes personales, y las contribuciones patronales. Esto es lo que permite a los trabajadores acceder a una obra social y a una futura jubilación.
En Argentina, al momento de considerar dar de alta un empleado, hay que tener en cuenta que además del sueldo bruto, que se compone del sueldo neto más los aportes, hay que sumar también el costo de las contribuciones, que son obligaciones del empleador destinadas al sistema de la Seguridad Social.
Los empleadores deben pagar ciertos porcentajes a los aportes jubilatorios, obra social, seguro de vida de los empleados, asignaciones familiares, Fondo Nacional de Empleo. Quien quiera contratar a un empleado, además de los aportes mencionados, debe destinar un monto fijo más un porcentaje con destino a la Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART).
Otra carga laboral tiene que ver con los beneficios no remunerativos otorgados al personal, tales como el pago del celular, combustible por el uso del automóvil, un adicional para la medicina prepaga, entre otros.
Por estos motivos es bastante frecuente encontrar ofertas laborales que detallan como requisito excluyente tener al día el monotributo.
Diferentes formas de trabajo en negro
¿Cómo se vinculan los monotributistas con el trabajo no registrado?
Una persona monotributista ofrece sus servicios a otra persona sin la necesidad de establecer un contrato de trabajo formal. Es decir, los empleadores no están obligados a registrar como empleado a un autónomo.
Trabajar como monotributista, freelance o pasante permanente tanto en empresas públicas como privadas es más común de lo que pensamos. Este es la carta que juegan los contratistas cuando necesitan ahorrar en el costo total del empleado.
Así, no pagan ningún porcentaje destinado a obra social, ART o a la jubilación de los empleados. Esto quiere decir que, por ejemplo, una vez llegada la edad jubilatoria, o cuando las personas no puedan generar por cuenta propia sus ingresos, no podrán iniciar el trámite para jubilarse porque nunca habrán aportado.
Los trabajadores informales tampoco están protegidos de potenciales accidentes de trabajo o enfermedades laborales porque no cuentan con Aseguradora de Riesgos de Trabajo que los respalde.
¿Qué puedo hacer si mi empleador me tiene en negro?
Una de las opciones que tienen los trabajadores para revertir la situación de informalidad es intimar a su empleador para que declare la relación laboral frente a los entes competentes.
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